El cyberpunk en "Time is Up" de Poppy


Siguiendo la línea de la anterior entrada, vamos a analizar ahora la canción “Time is Up” de la artista Poppy, que muestra una perspectiva mucho más oscura respecto al futuro del ser humano pero que, sin embargo, se muestra como positivo para las máquinas, pero no porque tomen el poder, sino por el propio devenir natural de los acontecimientos.

               Antes de entrar en materia, voy a introducir la figura de Poppy, quizás más famosa que la anterior Grimes , de modo que, consecuentemente, da más cosas de las que hablar. Poppy empezó a subir vídeos a YouTube en el año 2014 con la colaboración de Titanic Sinclair (el cual anteriormente estuvo junto a otra cantante indie, Mars Argo, su expareja, con quien subía también vídeos a esta plataforma), los cuales están caracterizados por una estética muy blanca y pulida, con una duración de segundos o muy pocos minutos, en los que, con una voz por lo general bastante plana y sin sentimientos, repetía palabras o decía un par de frases aparentemente absurdas y fuera de contexto, pudiendo ver en esto una especie de parodia de la sociedad de Internet actual, la sociedad fruto del posmodernismo, vacía, plana, pulida (en el más puro estilo definido por Byul-Chung Han) y llena de eslóganes tipo Mr. Wonderful que ni nos creemos.  Su aparición en la red provocó un revuelo entre bastantes personas, apareciendo incluso seguidores bajo lo que llamó “The Church of Poppy”. Puesto que me quiero centrar en la canción Time is Up, recomiendo encarecidamente el visionado del vídeo de la yotuber Ter analizando a Poppy, pues da muchas claves y muestra vídeos de este personaje; aquí el link: https://youtu.be/XF4C1jaA4Lk.

En 2015 sacará su primer sencillo, Lowlife, el cual realmente no era demasiado extraño, puesto que la canción trataba acerca de las dificultades de su vida hasta el momento, reflejando asimismo el día a día de muchas personas, una vida vacía en la que aparece alguien que te hace disfrutar (nada realmente innovador respecto al resto de música que existe). Posteriormente publicará otras canciones, como puedan ser Money o American Kids, hasta que en 2017 publicó su primer álbum: POPPY.COMPUTER, el cual sí va a seguir más su línea de YouTube, mostrándose a ella misma como un producto de Internet y no como una persona real, tratando temas relacionados con Internet y sus implicaciones con estética electropop, siempre de una forma “amigable” y “kawaii”, pero con un trasfondo perturbador en muchos casos. Podemos mencionar algunas canciones como “I’m Poppy”, en la que se presenta como producto de Internet; “Bleach Blond Baby”, donde se muestra como un ser de plástico estilo Barbie, imitando así a todas las influencers y youtuber que se muestran como seres perfectos que responden al prototipo de belleza de nuestra sociedad, sin ninguna clase de trasfondo, casi como si fuesen ciborgs sin un pasado, o más que ciborgs, quizás como muñecos; o “Moshi Moshi”, una canción especialmente amigable donde se muestra más claramente la estética “kawaii” japonesa superficial que tanto ha triunfado en nuestra sociedad. También destaca el estribillo de “My Style”:

Poppy is an object
Poppy is your best friend
Poppy will break your neck
Poppy will be your pet

               Está bastante claro aquí el papel de Poppy como mero producto, con puro valor de cambio y nada de uso, al igual que todo en Internet, de modo que sólo nos sirve para entretenernos un rato y pasar a otra cosa, siendo una especie de mascota momentánea que podemos compartir con los demás. Aunque quizás la tercera línea sea un tanto perturbadora, pues nos deja entrever el peligro de Internet: de forma amigable y sin que nos demos cuenta, toda esta sociedad nos va matando y ni nos importa realmente; de hecho, nos lo dice a la cara y ahí seguimos escuchándola y siguiéndola, como si fuese algo positivo.
Así seguirá hasta la publicación de su segundo álbum, “Am I a girl?”, en 2018, donde pasará a mezclar muchos géneros en sus canciones, destacando sobre todo aquellas en las que el estilo pop que la caracterizó hasta el momento se junte con el metal más duro, como pueda ser “X”. La estética, por tanto, ya no será amigable y no tratará simplemente los temas que caracterizan a Internet y su comunidad de forma amable e irónica, sino que se acercará de formas mucho más fuertes y críticas, como si hubiese perdido cada vez más las esperanzas ante el mundo en general, y ante la sociedad de Internet en particular. Y entre esas canciones se encuentra la que nos incumbe: Time is Up, la cual realizó junto al DJ Diplo.

Esta canción muestra, como dijimos al principio, una perspectiva muy obscura para el ser humano respecto a su futuro. Poppy se muestra (también en el videoclip) como un robot que se despierta en medio de una fábrica:

In the factory
In the sterile place where they made me
I woke up alone
Dizzy from the programming
Have I been wiped again?
Oh my God, I don't even know
It's a mystery
Everyone around me's so busy
Is this my home?
Am I your prisoner or your deliverer?
Oh my God, you don't even know

               En principio no hay nada extraño, hasta que llegamos al final de esta primera estrofa: “¿soy tu prisionera o tu salvadora? Oh Dios mío, ni siquiera lo sabes”, donde ya nos olemos algo. ¿Está diseñada para servirnos sin más, o tiene algo que decirnos? ¿Y en qué sentido nos va a liberar? Según avance la canción podremos ir viendo la postura.
               El pre-coro es bastante pegadizo a la par que devastador:
I don't need air to breathe when you kill the bees
And every river bed is dry as a bone
Oh, I will still survive when the plants have died
And the atmosphere is just a big hole
               La perspectiva es totalmente oscura: no tenemos futuro. El ser humano va a auto-destruirse con el cambio climático, con lo cual también hay una crítica implícita ante nuestra mirada hacia otro lado cada vez que se habla del tema (como ya analicé en la primera entrada del blog), y en el futuro sólo aquello que en principio pensábamos que iba a salvarnos podrá vivir: el futuro es de los robots. Y quizás ni siquiera haga falta una guerra o una toma del poder de forma violenta, sometiendo a los humanos como mostraba Grimes en su canción, sino que nosotros solos vamos a auto-destruirnos. Y aquí llega el estribillo que repite el título de la canción unas cuantas veces:

Baby, your time is up, ooh
Baby, your time is up
Baby, your time is up, ooh
Baby, your time is up, time is up, time is up

               Se nos acabó el tiempo y no hacemos nada. El futuro es de los robots de forma inevitable, puesto que biológicamente el ser humano ya no podrá vivir en ese futuro, en ese planeta que ha destruido de forma egoísta y mirando a otro lado, aun sabiendo las consecuencias de sus actos.
               La segunda estrofa sigue explicándonos su perspectiva respecto al futuro del ser humano:

Exponentially, every day I'm growing my memory
You wouldn't believe
Your life is meaningless, you're just like cockroaches
Extermination's your only hope
Human history, pollution, and overcrowded cities
That's your legacy
But don't look so depressed
You'll soon be nothingness
Oh my God, you don't even know

               De nuevo, sigue en la misma línea: mientras las IA cada vez tienen más capacidad, mayor memoria o conocimientos, a niveles que exponencialmente escapan de nuestro control, nosotros seguimos destruyendo el planeta; y este planeta destruido, ese caos que hemos creado, será nuestro legado en el futuro una vez desaparezcamos (lo cual cada vez está más cerca). Vivimos en un mundo vacío, sin ninguna perspectiva, sólo destruyendo, así que nuestra única esperanza es nuestra destrucción, habiendo aquí quien piensa que Poppy se refiere a que nuestra destrucción la traerán los robots, pero esa perspectiva rompe con todo lo dicho por Poppy: no nos hace falta nadie para destruirnos, nosotros solos nos bastamos y nos sobramos. Y al final concluye con un “Oh Dios mío, ni siquiera lo sabes”, aunque realmente no es que no lo sepamos, sino más bien que no queremos saberlo y preferimos recluirnos en nuestra sociedad perfecta de Internet.

               Por tanto, si volvemos a las dos preguntas básicas que planteé en la entrada de Grimes acerca de la perspectiva cyberpunk (la posición de la humanidad en ese futuro, y sus relaciones con las máquinas), la visión de Poppy está bastante clara: no hay humanidad. Por tanto, no tenemos que someternos a las “machine-overlords” como dice Grimes, pues no hay esperanza para nosotros, ni con ni sin robots de por medio. Y ante la posibilidad de subir nuestras consciencias a las máquinas, como decía Grimes, en Poppy tenemos que ni siquiera vale la pena: nuestra naturaleza es autodestructiva, y la manera en que vivimos es tan vacía que nuestra única esperanza es nuestro exterminio.
Poppy es un producto, y a través de ese formato, desde dentro del propio sistema, critica ávidamente el capitalismo y el vacío que nos ha generado, y lo muestra continuamente en sus canciones y sus vídeos; y por ello mismo no ve esperanza para nosotros, pues estamos sometidos completamente, y por voluntad propia, a lo que el sistema quiere, y puesto que este sistema es auto-destructivo, no nos queda nada. Quizás sea interesante ver, a modo de resumen, la explicación de la canción que dio en Genius: https://youtu.be/i-Q6F4kwFFY. Podría dedicar el blog entero a analizar a Poppy, canción a cancioón, vídeo a vídeo, y sacaríamos un panorama muy claro de la sociedad actual (millenials y generación Z, claramente), de Internet, por lo que considero que su figura, bien entendida, puede ayudarnos a darnos cuenta de esas cadenas que llevamos sin siquiera darnos cuenta. Y el problema en muchos casos es que muchos se dan cuenta de la crítica, pero prefieren seguir con las cadenas y recrearse en ellas. Pero de eso hablaremos en la siguiente entrada.

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